Nadie me dijo que con tan solo quince año iba a vivir un verano que me marcaría tanto la vida, un verano en el que conocí tu sonrisa, en el que aprendí que son los besos con pasión, que aprendí a arriesgar, o a sentir la mirada de alguien al que realmente le gustaba, también aprendí cosas que ojalá no hubiera aprendido la decepción, la rabia, y el no quererte volver a ver, y eso no lo aprendí demasiado bien una vez más y ya no se cuantas van estoy aqui sentada en cuando sera la proxima vez que me llames, o me escribas, y que nos volvamos a ver y no exista para mi nada más que tu sonrisa.