¿No crees en el destino? Y si te demuestro que mi vida es como es porque un dia al azar alguien se cruzo en mi camino y le puso una pizca de rock and roll!

jueves, 2 de agosto de 2012

Sommer :)

Podría decir que estamos ya a la mitad del verano y que por desgracia a pasado la mejor ya, ha sido mes y medio que querría que volviera empezar cada día, al principio del verano muchas tardes de cervezeo por mi ciudad, que cada vez la miro más detalladamente porque tacho los pocos años que me quedan aquí y más su luz en verano que normalmente no la veo demasiado, también he de decir que el principio del verano trajo la mejor noticia del año, que volviera él, con su sonrisa, sus conversaciones y su conjunto jodidamente perfecto, luego toco despedirse de esa vida tan relajada para hacer maletas y coger rumbo hacia Barcelona, después de medio día entre trenes, estaciones, aeropuertos y aviones, llegamos por fin a nuestro primer destino Praga, con unas chicas estupendas que fue una pena no volver a tenerlas el resto del viaje a nuestro lado, lo que no sabia es que cuando subí al autobús, ese que me llevo a un hotel maravilloso estaban sentados a mi lado, unas personitas que harían mi viaje a un mas genial de lo que podía ser. Y el primer amanecer en Praga, una ciudad que merece verla, la cuna de la arquitectura, es como pasear por el pasado cuando vas entre sus calle, te enamora cada rincón de esas ciudad, tres días magníficos en esa ciudad, con muchas nuevas experiencias, con libertad de explorar cada detalle y cosas que ansiabas por ver, y llego la hora de cerrar las maletas y abandonar esa preciosa ciudad. Nuevo día empezaba y no iba a ser tranquilo, un autobús en el cual se empezó a forjar eso que haría de este viaje lo mejor de este verano. Primera parada del día Dresden, ciudad con una trajica historia y con mucho que contar, descubrirla no llevo demasiado, y llego la hora de la comida y volver a coger ese bus que nos llevaba al destino que yo con más ansia esperaba, Berlín. Esa noche fue mágica, descubrir esa ciudad de noche y la compañía ayudo bastante, las risas no pararon ni un segundo, el día siguiente fue igual de genial, descubrir el muro, ese muro que separo tanto tiempo a familias, ese muro que diferencia a Berlín oriental, del occidental, y por la tarde la Isla de los Museos, lo cual me siguió descubriendo que esa ciudad merece la pena vivirla, y llegó el día libre y recorrer cada calle, ver la cara de la gente que convive día tras día, sus tiendas en las cuales te sientes como en casa, conocer bares que no estan en la zona turística y conocer de verdad esa ciudad, y a la vuelta, sorpresa te encuentras con esas personas que te hacen sonreir esa semana que llevas fuera de casa, y sabes que mañana todo cambiara, recoges y poner rumbo de nuevo a tu hogar, aunque tienes claro que esa ciudad un día la podrás  llamar hogar. Un día largo nos esperaba pero es cierto con ellos dos se hizo más llevable muchas risas, muchas charlas, pero también llego la despedida y no sabias si algun dia volverias a estar con esas personas que te hicieron muy muy feliz.
Vuelta a casa. Rencuentro con las personas que quieres, pero por poco tiempo, toca poner rumbo hacia el mar.
Unos dias en la playa nunca vienen mal, y eso lo que hizimos una escapa cortita que tampoco hay que abusar, y vuelta a tu ciudad, y esta vuelta se hace más dura, porque te espera un mes largo de estudiar.
Esa rutina de verano que no cansa, rutina de salir con los amigos, de conocer nueva gente, de las locuras que te quedan, de descubrir que en mitad de ese ruido infernal, hay un lugar al que poder escapar, de madurar, de sed de libertad, y de bebertela de trago, de conversciones, rutina de te quieros, de risas, y de grande momentos

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